Mi amigo Juanito

Ser amigo de Juanito es una de las mayores loterías que puede caerle a alguien como yo. Juanito no es apto para todos los públicos y supongo que tiene tantos amigos como enemigos. Es intenso en grado sumo, para bien y para mal. Y hay que saber tomarlo como es, sin esperar nada de él. Queriéndolo y dejándote querer en este preciso instante; porque Juanito no está concebido para el medio o largo plazo, sino para el presente mondo y lirondo.

Juanito es Jerez y Jerez es Juanito. Hala!!. Ya lo he dicho!!. Para qué vamos a andarnos con rodeos.

Si pudieseis ser amigos de Juanito tendríais la oportunidad de conocer Jerez a fondo sin necesidad de ser de allí. Podríais ser amigos de todo el mundo. Todos os conocerían y os saludarían al pasar por la calle. Todos querrían estar con vosotros. Todos se os arrimarían.

Cualquier taxista al que subieseis sabría que con vosotros no se conecta el taxímetro; que con vosotros el precio por trayecto se negocia por adelantado. Y siempre a la baja.

En cualquier tabanco o en cualquier bar al que fueseis os saludarían como si os conociesen desde siempre. En cualquier juerga flamenca nocturna iríais de corro en corro como si fueseis familiar de todos ellos.

Si fueseis amigos de Juanito le oiríais contar historias y  chascarrillos de éste y de aquel; de cómo es su pueblo y cómo funciona el microcosmos jerezano.

Tendríais también ocasión de ser amigos de su primo Josemari –Ozemari– que canta por sevillanas –o, al menos, lo intenta- con más sentimiento que nadie. Y podríais andar así los tres de bar en bar hasta las tantas; de acá para allá riendo y tomando palocortaos y viviendo aventuras increíbles.

¿Qué quién es Juanito?. Os cuento: A Juanito lo conoce todo el mundo como Juanito Tejero. No. No por nada malo, no os inquietéis. Le llaman así porque ese es su apellido y porque ese es el nombre del mosto que durante muchos años regentó junto a su familia, a la salida de Jerez por la carretera de Trebujena.

Lo cerró hace poco y quién sabe si algún día lo abrirá de nuevo. El dice que jamás, pero eso ya ha ocurrido otras muchas veces.

A mí y a muchos otros nos gustaría que lo volviese a abrir porque en las cacerolas de El Tejero se han guisado, además de muchas cosas ricas de la gastronomía jerezana, algunas de las juergas y momentos más indescriptibles de la historia reciente del Marco.

Doy fe.

Juanito Tejero en Jerez, símbolo de su gente y su tradición

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