

A lomos de
mi Vespa
Durante muchos años he recorrido España de punta a rabo, a lomos de mi vespa.
Siempre anduve a la caza de los sitios de toda la vida, buscando la antigua cocina casera; los guisos contundentes y las cosas auténticas.
Y, aunque a veces me tenía que conformar con un puñao de cacahuetes, o con un platillo de altramuces, bebía siempre buen vino, cerveza fresca y sidra de lagar. Así que todo me sabía a gloria.
Como soy realmente carne de taberna y codo de mostrador, me las arreglaba para enterarme de las vidas y milagros de los taberneros, y de las historias de los lugares más castizos por donde yo iba pasando.
Luego, anotaba todo aquello para que no se me olvidara… a veces lo hacía incluso en servilletas de papel.
Un día se me ocurrió desempolvar las carpetas donde había guardado aquellos escritos… ¡Madre mía! ¡Tenía, en total, más de seiscientas reseñas!
Decidí que alguien tenía que dejar constancia de lo que significan, para que no cayeran en el olvido.
Y así fue como escribí esta especie de guía viajera que es, a la vez, una crónica de algunos de los lugares más singulares que hay en España.
En ellos he disfrutado impregnándome de lo que significa ser feliz con poca cosa.